El 40 por ciento de los hogares iraquíes carecen de conexión a la red de abastecimiento de agua, por lo que los ciudadanos deben comprarla. El problema es que como el precio de 10 litros de agua es de medio dólar, muchas familias no pueden pagarlo y para abastecerse recurren a ríos y pozos que suelen estar contaminados.
Incluso las viviendas que tienen cañerías corren el riesgo de contaminación por la falta de mantenimiento de la red. Aún hay demasiados iraquíes que no tienen otra alternativa que beber agua no potable y vivir en condiciones insalubres.